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Pinceladas de historia



Quizás no lo sepan pero cerca del Puente se encontraba el famoso Hospital del Emperador, fundado en el siglo XIII por el rey Alfonso VI, con el objetivo de acoger a los peregrinos con lepra, llamados malatos. La localización de este hospital a escasos metros del puente fue el origen del nombre que hoy en día se conoce como el Puente de Malatos. Se sabe que a lo largo de su historia se reconstruyó en diferentes ocasiones y se redujo el número de arcos, que pasó de tener diez a los seis de la actualidad. Las diversas riadas destruyeron este puente en varias ocasiones, siendo la más devastadora la de 1900, que se llevó a su paso dos arcos del puente. Para evitar que situaciones como esta ocurran de nuevo, el cauce del río está regulado aguas arriba por los embalses de Arlanzón (1933) y de Úzquiza (1989).

Por otro lado, la fuente de Malatos ha recorrido diversos lugares de Burgos. Originalmente se encontraba en el Paseo del Espolón, pero por necesidades del nuevo trazado de la carretera se trasladó en 1857 al Paseo de la Quinta. Nuevamente por cuestiones urbanísticas en 1934 fue colocada en el Paseo de la Isla, frente a la entrada del Puente de Malatos. Desde entonces también se le conoce como fuente de Malatos.

Saliendo hacia el otro lado del puente de Malatos nos encontramos la escultura dedicada al Ingeniero de Caminos, Santo Domingo de la Calzada. Este monumento se irguió en representación a los peregrinos que realizan el Camino de Santiago. El puente tiene una vinculación e importancia directa con la Ruta Jacobea, que continúa por el parque del Parral y el Hospital del Rey. Este punto es un lugar excelente para que los peregrinos hagan un alto en su camino y descansen sus pies.